Hace poco me llamó la atención un reportaje titulado '2000-2009: Los años nada'. Termina una década marcada por un acontecimiento que cambió el devenir de la humanidad -y sí, me pongo melodramático-; el 11-S inició un horripilante Maelstrom de miedo que legitimó a los gobiernos occidentales a emprender numerosos actos cuestionables que no voy a enunciar -pero que todos tenéis en la cabeza-, y que desde 2008, ha ido de la mano de una crisis económica tan sólo comparable a la de 1929.
Todo alrededor de mi es caos
Economía a parte, Occidente vive una crisis de valores que, en España, ha degenerado en un termino aberrante llamado 'Generación ni-ni'. ¿De qué va el invento? Según Metroscopia, el 54% de los españoles situados entre los 18 y los 34 años dice no tener proyecto alguno por el que sentirse especialmente interesado o ilusionado.
Todas mis ilusiones destruidas
Ellos, nosotros, tú y yo, nos hemos criado en una década que ha terminado en nada, que se ha ido disolviendo como los polos, en un mar de amenazas climáticas, terroristas, económicas, sanitarias... De esta manera ha nacido una generación que teme "vivir peor que sus padres". Es la primera vez en la historia de la humanidad, que ocurre algo semejante. Ni tan siquiera los desgraciados que se tuvieron que alzar sobre las cenizas de Europa, tras las Guerras Mundiales, tuvieron una visión tan pesimista del futuro.
Busco a alguien que me pueda ayudar
Ya lo comentamos en Doble Tecla hace poco. Las esperanzas de la generación que vivirá hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XXI, tiene puestas sus ilusiones en Dinamarca, en una reunión que se ha ido volviendo más y más caótica con el paso de los días, y con la llegada de gente con sentido común. Pero pase lo que pase en Copenhague, ya existe un verdadero ejército de personas que han perdido la ilusión, que no saben qué hacer con sus vidas y sólo pueden tirar pa'lante, buscando curro aquí y allí mientras los políticos negocian recortes en sus derechos. Ellos prefieren ver Gran Hermano, por no ver los índices de paro, las promesas incumplidas, las mentiras evidentes.
Soy parte de una generación desencantada
¿Y todo esto a qué ha venido? La culpa la tiene una canción de 1991, que fue un bombazo en 2002 una vez remezclada y cantada por Kate Ryan. No sé francés, pero la idea está clara, y la traducción de su mensaje os la he ido dejando, miga a miga, durante el post.
Pero al final, yo me que do con el mensaje de nuestro amigo M.B
Désenchantée
martes, 15 de diciembre de 2009
Etiquetas:
Jaime Martín,
Opinión
Publicado por
Jaime Martín
en
21:31
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2 comentarios:
Servirá Copenhague? O será un fracaso como Kioto, donde se habló mucho y se ha hecho poco?
Un saludo crack,
Fran
Mucho me temo que si EEUU y China no acercan posiciones -que va a ser que no-, esta cumbre está destinada a quedarse en papel mojado.
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