Phil Mickelson vuelve a someter al Augusta National. El norteamericano consiguió su tercera 'Chaqueta Verde' tras una última jornada de las que hacen afición y con varios jugadores candidatos a alzarse con el primer grande de la temporada. Phil supo administrar perfectamente todos y cada uno de sus golpes y nos dejó 9 de los mejores hoyos finales que se recuerden en el mítico campo de las gardenias y el verde perfecto.
El Masters 2010 llegaba casi con el único interés del retorno de Tiger Woods a la competición tras su mediática retirada. El número uno llegó a Georgia y los flashes se olvidaron del resto; incluso la rueda de prensa del lunes previo al torneo fue una de las emisiones más vistas del año en Estados Unidos. Muchas eran las dudas sobre el estado en el que regresaría Tiger y sobre el recibimiento que recibiría por parte de los aficionados, pero el cuatro veces ganador del Masters no iba de paseo; en sus primeros 18 hoyos consiguió hacer 68 golpes, su mejor primera vuelta en Augusta, y acechaba a las grandes sorpresas del torneo hasta ese momento, los veteranos Fred Couples y Tom Watson, este último ya volvió a dar guerra en el pasado Open Británico, donde Stewart Cink le privó del campeonato.
Otra pareja que estaba realizando su mejor golf eran Ian Poulter y Lee Westwood, que se situaban líderes tras la segunda jornada. Los ingleses ponían tierra de por medio con el resto y se ya se pensaba en un duelo fratricida final. Tiger se mantenía cerca, al igual que K.J.Choi y Phil Mickelson, que silenciosamente se acercaba a la cabeza, y en su tercera ronda, un cinco bajo par le dejaba a un sólo golpe del líder en solitario, Lee Westwood, que mentenía el listón muy alto, tanto que sólo el zurdo pudo seguirle; Tiger no conseguía su gran vuelta y el resto, salvo las inesperadas apariciónes de Ricky Barnes y Anthony Kim, tampoco estaban al nivel del inglés.
Con todos los alicientes llegábamos a la última jornada del Masters, que no defraudó. En los primeros hoyos, sólo Choi parecía inspirado y se colocaba a un golpe del liderato tras conseguir 3 birdies en sus primeros 8 hoyos, mientras que Tiger no comenzaba de la mejor manera y tres bogeys le dejaban sin tiempo para reaccionar. Westwood, por su parte, andaba algo irregular pero seguía primero y Mickelson no haría ningún birdie hasta el octavo hoyo, en el que empataría con el inglés, al que dejó atrás en el 12. De aquí hasta el final, las calles del Augusta National sólo verían sonreir a un golfista, Phil Mickelson, sobretodo cuando el ex-número 2 del mundo llegó al hoyo 13. Con su golpe de salida en el bosque, Phil simplemente necesitaba poner la bola en juego y buscar el green con el tercero, pero se sacó de la chistera uno de esos golpes que quedarán grabados en la retina de los millones de aficionados que estaban frente al televisor; el norteamericano se jugó medio torneo en un golpe y su magia hizo el resto para dejar la bola a escasos dos metros del hoyo, sencillamente indescriptible, sencillamente espectacular.
Mickelson tomaba el mando y nadie podría hacerle frente hasta el final. Tiger lo intentó, pero le faltaron hoyos y Kim, que hizo la vuelta de su vida, se quedó a 4 golpes. Por otro lado, Westwood ya estaba resignado y su juego no le acompañó en momentos claves. Cabe destacar de la última ronda las actuaciones de Nick Watney, que hizo un estratosférico 65 y de nuestro Miguel Ángel Jiménez, que firmó un 66 para finalizar en la duodécima posición, que le garantiza volver el año próximo a Augusta.
Tras la exhibición de Mickelson en los segundos 9 hoyos, sólo quedaba quitarse el sombrero y buscar su talla de chaqueta, que le entregaría el campeón del año pasado, Ángel Cabrera. Un poco antes, y tras terminar con birdie en el 18 como los campeones, Phil nos dejó otra de las imágenes del torneo, el emotivo abrazo con su mujer, que el año pasado superó un cáncer de mama y a la que dedicó su triunfo.
En definitiva, hemos vivido un Masters muy emocionante y abierto hasta el último día. Asimismo, hemos asistido al retorno de Tiger Woods, que al finalizar declaró que seguirá temporalmente retirado puesto que necesita pensar y ponerse en forma. Y cómo no, hemos visto cómo Mickelson conseguía otro Masters, y van tres. Enhorabuena Phil.
El Masters 2010 llegaba casi con el único interés del retorno de Tiger Woods a la competición tras su mediática retirada. El número uno llegó a Georgia y los flashes se olvidaron del resto; incluso la rueda de prensa del lunes previo al torneo fue una de las emisiones más vistas del año en Estados Unidos. Muchas eran las dudas sobre el estado en el que regresaría Tiger y sobre el recibimiento que recibiría por parte de los aficionados, pero el cuatro veces ganador del Masters no iba de paseo; en sus primeros 18 hoyos consiguió hacer 68 golpes, su mejor primera vuelta en Augusta, y acechaba a las grandes sorpresas del torneo hasta ese momento, los veteranos Fred Couples y Tom Watson, este último ya volvió a dar guerra en el pasado Open Británico, donde Stewart Cink le privó del campeonato.
Otra pareja que estaba realizando su mejor golf eran Ian Poulter y Lee Westwood, que se situaban líderes tras la segunda jornada. Los ingleses ponían tierra de por medio con el resto y se ya se pensaba en un duelo fratricida final. Tiger se mantenía cerca, al igual que K.J.Choi y Phil Mickelson, que silenciosamente se acercaba a la cabeza, y en su tercera ronda, un cinco bajo par le dejaba a un sólo golpe del líder en solitario, Lee Westwood, que mentenía el listón muy alto, tanto que sólo el zurdo pudo seguirle; Tiger no conseguía su gran vuelta y el resto, salvo las inesperadas apariciónes de Ricky Barnes y Anthony Kim, tampoco estaban al nivel del inglés.
Con todos los alicientes llegábamos a la última jornada del Masters, que no defraudó. En los primeros hoyos, sólo Choi parecía inspirado y se colocaba a un golpe del liderato tras conseguir 3 birdies en sus primeros 8 hoyos, mientras que Tiger no comenzaba de la mejor manera y tres bogeys le dejaban sin tiempo para reaccionar. Westwood, por su parte, andaba algo irregular pero seguía primero y Mickelson no haría ningún birdie hasta el octavo hoyo, en el que empataría con el inglés, al que dejó atrás en el 12. De aquí hasta el final, las calles del Augusta National sólo verían sonreir a un golfista, Phil Mickelson, sobretodo cuando el ex-número 2 del mundo llegó al hoyo 13. Con su golpe de salida en el bosque, Phil simplemente necesitaba poner la bola en juego y buscar el green con el tercero, pero se sacó de la chistera uno de esos golpes que quedarán grabados en la retina de los millones de aficionados que estaban frente al televisor; el norteamericano se jugó medio torneo en un golpe y su magia hizo el resto para dejar la bola a escasos dos metros del hoyo, sencillamente indescriptible, sencillamente espectacular.
Mickelson tomaba el mando y nadie podría hacerle frente hasta el final. Tiger lo intentó, pero le faltaron hoyos y Kim, que hizo la vuelta de su vida, se quedó a 4 golpes. Por otro lado, Westwood ya estaba resignado y su juego no le acompañó en momentos claves. Cabe destacar de la última ronda las actuaciones de Nick Watney, que hizo un estratosférico 65 y de nuestro Miguel Ángel Jiménez, que firmó un 66 para finalizar en la duodécima posición, que le garantiza volver el año próximo a Augusta.
Tras la exhibición de Mickelson en los segundos 9 hoyos, sólo quedaba quitarse el sombrero y buscar su talla de chaqueta, que le entregaría el campeón del año pasado, Ángel Cabrera. Un poco antes, y tras terminar con birdie en el 18 como los campeones, Phil nos dejó otra de las imágenes del torneo, el emotivo abrazo con su mujer, que el año pasado superó un cáncer de mama y a la que dedicó su triunfo.
En definitiva, hemos vivido un Masters muy emocionante y abierto hasta el último día. Asimismo, hemos asistido al retorno de Tiger Woods, que al finalizar declaró que seguirá temporalmente retirado puesto que necesita pensar y ponerse en forma. Y cómo no, hemos visto cómo Mickelson conseguía otro Masters, y van tres. Enhorabuena Phil.
Emilio Caballero
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