Al fin llegó el día que Tiger Woods dió la cara ante los medios de comunicación. Tras destaparse el pasado mes de diciembre sus continuas infidelidades y su ostentoso modo de vida, anunció su retirada momentánea de los campos de golf e ingresó en una clínica con la idea de superar el doble-bogey más doloroso de su vida, la pérdida de su matrimonio.
Antes de la comparecencia el silencio inundaba una sala de prensa en la que, a parte de periodistas, estaban su madre y algunos jugadores del PGA Tour como Notah Begay III. Tiger, con gesto serio, ha comenzado pidiendo perdón a todos; visiblemente emocionado, ha reconocido sus errores y rechazado firmemente las acusaciones que le tachaban de golpear a su mujer, persona a la que más a defradudado junto con sus hijos.
Ha reconocido que ingresó en el Centro de Tratamiento con la idea de recuperar su matrimonio y la confianza de toda su familia y amigos, teniendo únicamente en mente el convertirse en una mejor persona, "un mejor hombre". Tiger ha pedido el máximo respeto para su mujer e hijos, puesto que el culpable es él, y no ellos. Asimismo a trasladado su idea de continuar recibiendo ayuda, porque ha aprendido que sí ayudan a la gente y espera poder apoyar a otros en un futuro.
Sobre su vuelta, Woods ha manifestado que regresará algún día y que será mucho más respetuoso con el deporte. El mejor golfista de todos los tiempos ha querido agradecer a la Asociación Profesional de Golf Americano, los jugadores del Tour, los sponsors y sobretodo a los fans su paciencia y comprensión, y espera que algún día vuelvan a creer en él.
E.C.
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