Sin Estructura no hay Equipo

jueves, 26 de noviembre de 2009


Probablemente la vuelta de Cristiano sea la noticia más positiva de un nuevo partido anodino del Madrid, en el que todo parecía indicar que se resolvería por la vía rápida, endosando un saco de goles al campeón suizo y todo se resolvió como los últimos partidos de la temporada; Quince primeros minutos reseñables y a partir de ahí, el más absoluto tedio que uno pueda imaginar sobre un campo de fútbol.

Que Pellegrini no plantea un sistema con jugadores abiertos en las bandas, no debería ser un problema, porque en el caso de los Alves, Maicon o Roberto Carlos, lo importante no es estar, sino aparecer. Pero resulta que el Madrid ni está, ni aparece y eso si, se le espera y cada día con más ansía.
El dibujo de Pellegrini es ya traslúcido y más allá de los cuatro de atrás, de ahí para adelante forma con Xabi Alonso como ancla, Marcelo a la izquierda, (a la espera de Cristiano) Kaká en el centro y Lass de falso volante-derecho-mediocentro destructivo-creador. Ese es uno de los grandes problemas del Madrid; El papel de Lass Diarra. Se trata de un infatigable corredor de fondo, con una técnica nada desdeñable para ocupar el centro del campo madridista, pero que probablemente nadie lo haya sentado (que bien haría esa tarea Luis Aragonés) y le haya explicado que sería infinitamente mejor jugador y lo que es más importante, haría infinitamente mejor a su equipo, si se centrara en recuperar balones y dárselos a Xabi Alonso para que este ¨ mezclara ¨ con Kaká. La hiperactividad de Lass, agrandada con un Bernabeu ávido de nuevos Juanitos hace que el bueno del francés se crea una cosa que no es. Habría que explicarle que aunque tenga más y mejor toque que Makelele, el Madrid lo necesita haciendo su función, porque de lo contrario, nunca veremos al fantástico futbolista que es Xabi Alonso y el equipo no carburará. Y si creemos que Lass puede ser el cerebro de este Madrid, pues bien, dejemos el balón a un lado y vayamos a las trincheras.

Se agradece cuando Marcelo entra en juego. Me explico: No es un grandioso extremo, pero hace las funciones de un hombre lo más cercano posible a la cal, con las inercias positivas que esto genera para la elaboración de juego de un equipo.
Arriba, parece que todo es fruto de la inspiración divina. Raúl, cada día se da más cuenta de que su guerra acabó hace un par de años y creo sinceramente que en su línea de tipo sensato y profesional, será él quién de un paso atrás al observarse en un nivel por debajo de sus compañeros. Higuain, cada día más acertado de cara al gol y por desgracia, cada día más enemistado con la elaboración de la jugada en equipo, ha entendido que debe hacer la guerra por su cuenta si quiere conservar un lugar entre los once. Hoy volvió a demostrar que es el delantero más en forma del Madrid y debería ser el único que tuviera sitio asegurado para el Nou Camp, veremos que hace Pellegrini. Kaká, sigue dando la impresión que está a años luz de aquel balón de oro de antaño. Pero es que quien vea que es un mediocampista se equivoca. No es tan delantero como Benzemá o Higuaín porque necesita campo por delante para explotar su primorosa zancada.

Y con todo esto se presenta el Madrid en Barcelona. Llega un ramillete de fenomenales futbolistas ante un grupo que ante todo es eso: UN GRUPO. Unos jugadores que tienen los movimientos totalmente mecanizados, que juegan de memoria y que saben a la perfección el rol que tienen que cumplir según que posición ocupen en el campo.
Lo del próximo domingo podría ser algo así como un enfrentamiento entre la selección española de baloncesto contra la norteamericana. Pero una selección Yankee con un quinteto tipo Mo Williams, Allen Iversson, Lebron James, Carmelo Anthony y Chris Bosh. Una locura de equipo, pero quizás necesitemos un balón para cada uno. Al arquitecto Pellegrini se le agota el tiempo y precisa con urgencia de una estructura sólida y coherente.
M.B

1 comentarios:

BOSS dijo...

OYE MAN.ESTA GUENO TU ARTICULITO. SO MUCH.