Nada nuevo bajo el sol

El empate de la jornada pasada en La Catedral parecía haber puesto en duda a los chicos de Guardiola. "Semana crucial para los de Camp Barça", se titulaba en los medios nacionales. Y para tragedia del espectáculo, ni Dios Messi ni Fusil Ibra iban a estar en una batalla que prometía hacer rodar la cabeza de uno de los dos equipos. En Europa, era el Inter o el Barça.

Durante los primeros minutos, los únicos en los que el Inter quiso jugar a fútbol, los madridistas ya se frotaban las manos. El choque europeo era esencial para el estado anímico de los blaugranas y, por unos intantes, pareció que el equipo italiano no se lo iba poner fácil al Barcelona. Nada más alejado de la realidad.

Primero fue un genial Piqué, que lo mismo te hace de guardián que de asaltante. Y luego, con un Inter que se vio superado por todos lados, llegó el definitivo gol de Pedrito, Pedro, o más conocido como la nueva joya del club catalán. ¡Qué partido hizo el chaval! Se le vio más cómodo que nunca, arañando balones y pidiendo la pelota a gritos, con gesticulaciones desesperadas como las que precedieron a su tanto.



El Inter no pudo hacer nada. Algún moribundo tiro a puerta, un Eto'o desesperado... y un Mou en el banquillo con cara de sanguijuela, regurgitando toda la bilis que no le cabía en los gritos que lanzaba a los suyos. Un placer para los ibéricos el ver a este personaje enredarse en el juego del equipo que, por ahora, mejor juega al fútbol del mundo -con permiso de La Roja, claro.

Para el Barsça el partido de esta noche ha sido una tapita antes del almuerzo. El plato principal llegará este domingo con un Madrid que lucha por definirse de una santa vez, con un Ronaldo que se volverá a enfundar las botas y con una afición ACOJONADA por la visita al templo del triplete.

Lo de hoy era de esperar, lo del próximo domingo, pase lo que pase, será lo mismo... Un F.C Barcelona que sabe jugar al fútbol y que hace disfrutar a grandes y pequeños, a aficionados y a detractores.

Con el Barça, como siempre, nada nuevo bajo el sol, y gracias.

J.M