El Genio Guti acaba con la maldición de Riazor

domingo, 31 de enero de 2010


30 de Enero de 2010: Fin del maleficio madridista en Riazor. Estábamos acostumbrándonos a sentir que Barcelona y Real Madrid practicaban deportes diferentes, máxime cuando uno jugaba después del otro. En esta ocasión nada de eso sucedió. Ambos juegan a idéntico deporte, con armas diferentes, pero mismo fín. La victoria.

El Real Madrid ha roto con dieciocho años de meigas y malos augurios en La Coruña, se ha sobrepuesto a una plaga de lesiones-sanciones que lo habían lastrado hasta disponer tan solo de catorce jugadores de la primera plantilla y ha vuelto a dejar impreso un sello muy característico de juego, donde el toque cobra su máxima expresión con la verticalidad y la llegada a portería contraria.

Probablemente el encuentro sea recordado más que por el fin del maleficio en La Coruña, por la obra de arte que Guti dibujó sobre el terreno de juego. Su genialidad siempre fue indudable, aunque bien es cierto que algunos llegamos a pensar que sería difícil volver a ver al mejor Guti vestido de blanco. Básicamente por algo tan terrenal e impepinable como el obligado cumplimiento de los años. Guti pertenece a una estirpe de futbolista en extinción, de la que no es fácil encontrar recambios y que por desgracia, se valora mucho más ante su ausencia que con su presencia. El taconazo de Guti a Benzema será recordado para siempre en los anales del fútbol. El tiempo se detuvo por un instante y los amantes de la serie Heroes, mantendremos la esperanza de que fue Hiro Nakamura quién se autotransportó para detener el secundero por un instante.

Antes de dicha genialidad, el Madrid salto al césped con un centro del campo compuesto exclusivamente por jugadores de exquisito trato por la pelota. La sanción de Lass, la corrigió Pellegrini con la entrada de un gran Granero, autor del primer tanto con una llegada desde segunda línea para cabecear a meta. En cambio la ausencia de Garay hizo saltar al césped a Marcelo de lateral izquierdo, pasando Arbeloa al derecho y situar a Sergio Ramos de central. El sevillano volvió a jugar un gran partido, como las anteriores veces que el entrenador lo situó ahí (Espanyol y Villarreal, por ejemplo) y es de recibo un serio replanteamiento de su posición natural en el campo. (a pesar del penalty que cometió)

Al margen del estupendo partido en conjunto del Real Madrid, en el plano individual, además de los mencionados Guti, Sergio Ramos, y Granero, caben destacar Benzema, que volvió a recordar a aquel delantero que apareció en Mestalla hace un mes, volviendo loca a toda la defensa ché y está vez con dos goles en su haber y Xabi Alonso, que se encuentra mucho más cómodo como único medio centro del equipo y rodeado por jugadores que sepan devolverle una pared al primer toque, sin ralentizar tanto la salida del balón. Esa podría ser otra tarea de Pellegrini, plantearse la opción de un centro del campo de más toque y conservación de la pelota, dando entrada a Guti o Granero por Lass.

Nunca tuvo que pasar apuros el Real Madrid, pero Coruña es Coruña y a falta de cinco minutos, Riki provocó un dudoso penalty que el mismo transformó. Parecía que las meigas se disponían a dar un nuevo sobresalto a la parroquia merengue, cuando Benzemá a gran pase de Arbeloa cerró el partido definitivamente y acabó con dieciocho años de sequía en tierras gallegas.

Partido muy completo del Real Madrid, apostando por la posesión de la pelota desde el minuto uno, con una línea defensiva situada muy adelantada, gran solidaridad a la hora de recuperar el esférico y calidad, mucha calidad en todas las líneas del campo.

Tres años después, el Real Madrid volvió a jugar como antaño, con ocho nacionales y sólo tres extranjeros. Difícil que se repita. Por su parte, el Barcelona sigue intratable. La liga sigue viva. En quince días vuelve la Champions. Veremos que nos depara el futuro.

(M.B)

0 comentarios: