La noche del Caballo de Troya

domingo, 17 de enero de 2010

Dos mundos irán a la guerra por el honor y el poder. Miles de hombres morirán en su lucha por alcanzar la gloria. Y, por amor, una nación quedará reducida a cenizas. Esta frase de la película Troya refleja en parte lo que vimos anoche en los partidos Athletic - Real Madrid y Barcelona - Sevilla; dos batallas que terminaron de maneras muy diferentes.

Asalto de Troya 1: En el Estadio de San Mamés, los troyanos bilbaínos aguardaban la visita de los griegos madrileños con las uñas afiladas y preparados para una gran batalla. La lucha comenzó intensa y el Madrid pasó los tres peores minutos de la temporada, tiempo que duró el ataque feroz de los leones y que finalizó con dos tiros al palo y un gol, a la postre el único de la batalla. A partir de ahí, el Athletic retrocedió a su muralla para defenderse durante los siguientes 87 minutos de los constantes ataques del Madrid.

El ejército de Pellegrini cogió el balón en el minuto 4 y comenzó el ataque a Troya. Las combinaciones entre los madridistas eran constantes en la búsqueda del gol y Benzemá tuvo tres en la primera parte, una de ellas al palo. Cristiano también estuvo muy participativo pero todos sus asaltos fueron contenidos por el anoche inmortal 'Hector' Iraizoz, que realizó una de las mejores actuaciones de su vida, sino la mejor.

Los madridistas sabían que no podían fallar puesto que el Barça se iría a cinco puntos de distancia y, viendo los pocos errores cometidos por los dos equipos punteros en la primera vuelta, comenzaría a ser una distancia seria. Pero a los griegos blancos le fallaron alguna de sus piezas principales; Marcelo no estuvo tan participativo como en otras ocasiones y Kaka' sigue sin encontrar su mejor forma y su sitio en el campo, aunque tuvo una clarísima oportunidad para cambiar el rumbo de la batalla.

Tras intentar conquistar sin éxito una y otra vez 'La Catedral', Pellegrini echó mano de la vieja guardia. Guti entró casi al comenzar la segunda parte pero sus pases no encontraron el gol, aunque se vio otro ritmo (ya sabemos cuanto le motivan los territorios hostiles). Otro que intentó salir al rescate fue Raúl; el capitán, que había sufrido en la banda viendo los fallos de sus compañeros, tuvo doce minutos en los que poco pudo hacer aparte un tiro desviado tras una buena jugada y recibir algún regalito de la grada.

Al final Troya, al contrario que en la mitología, resistió y cortó el ritmo de buenos resultados de los griegos, que se quedan a dos partidos del Barça pero con mucho margen para recuperar. Eso sí, en batallas como la de ayer, se demostró que Benzemá y Cristiano no son suficientes, y que el equipo tiene que recuperar lo antes posible al mejor Xabi Alonso y sobretodo, al hombre de los 68 millones de euros.

Asalto de Troya 2: En la segunda batalla de la noche vimos a unos griegos azulgranas con ganas de revancha tras su eliminación copera a manos de los sevillistas de Troya. La conquista no fue fácil en la primera mitad puesto que los de Príamo Jiménez, que sacó un equipo plagado de sorpresas y pensando en la copa, aguantaron muy ordenados y con la presión justa para incomodar a los Xavi, Iniesta y compañía.

Un inoportuno gol en propia puerta de Escudé abrio la puertas de la muralla y aquí los griegos son letales. En el segundo acto y sin desesperarse, el barça continuó atacando la muraya de Troya pero, como le ocurriese al Madrid con Iraizoz, también se toparon con un Hector, esta vez llamado Palop, que no tuvo bastante con su estelar actuación el pasado miércoles y volvió a convertirse en el mejor de su equipo. Con este tipo de actuaciones tendrá garantizado su billete a Suráfrica.

Hubo un momento en el que Hector tuvo que ceder a manos del mejor guerrero del planeta, un tal Aquiles Messi, que cambió músculos por rapidez, calidad e inteligencia. Antes, su joven primo Pedrito Patroclo había hecho el segundo definiendo a la perfección un estratosférico pase de Xavi Hernández, pero era la noche de Aquiles que con dos goles terminó de echar abajo las defensas troyanas.

Con esta gran conquista y la derrota de su máximo rival, el Barça de proclama matemáticamente campeón de invierno, y cura las heridas del torneo copero. Ahora, con más tiempo para trabajar, Agamenon Guardiola podrá dedicarse a aclarar su futuro y recuperar el juego de 'su' hexacampeón que, si vuelve al nivel del año pasado, el resto de ejércitos se pondrá a temblar.

E.C.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

que grande Troya!! cada día te superas tio. sigue así que viendo lo visto hacen falta gente como vosotros. a to esto pa cuando vais a hacer otra de las series?? mola mucho la idea. un abrazoooo

Emilio Caballero dijo...

Muchas gracias por tu comentario. La verdad es que intentamos que sean crónicas diferentes y llamativas y nos alegramos de que os gusten.

P.D.Sobre la nueva entrega de "una de series", decirte que Manu Bayona está en ello y pronto estrenará un nuevo programa. Muchas gracias de nuevo y un saludo