Final del Imperio Blaugrana

miércoles, 13 de enero de 2010


El Sevilla pone fín al mejor ciclo de la historia del Barcelona tras eliminarlo de la Copa del Rey en el Sánchez Pizjuán.
El partido fué grande, intenso, emocionante...
Probablemente esta era la forma que había soñado Pep Guardiola para caer derrotado. Porque los grandes también piensan en las derrotas y dibujan hipotésis en sus mentes. La segunda mitad del encuentro será recordada durante mucho tiempo.

Pero vayamos por partes; Todo comenzó con un Sevilla muy entonado, casi arrollador. El fuelle les duró a los de Manolo Jimenez hasta aproximadamente el minuto 25 de la primera mitad. Durante esos minutos, los hipalenses gozaron de varias ocasiones de gol, con un gran Navas poniéndole las cosas dificiles a Abidal.
A partir de entonces, el Barcelona se hizo con el esférico, gracias sobre todo a Iniesta que ocupó toda la parcela central del terreno de juego, dejando casi inédito al recientemente nombrado mejor jugador del mundo por parte de la IFHH, Xavi Hernández.

Pep Guardiola decidió salir con su equipo más fuerte y traicionarse a si mismo sin contar con los teóricos suplentes, titulares en esta competición. Ya la temporada pasada mostró que necesitaba a todos los jugadores de su plantilla, pero algo ha cambiado en esta. El mensaje ha sido inequívoco. Hasta el minuto 35 de la segunda mitad y con la necesidad de un resultado que no llegaba, Pep no se decidió a meter a sus dos chicos avanzados de la Masia; Pedro y Bojan. Los cambios fueron testimoniales y ninguno de ellos aportó nada nuevo.
En la mente de todos queda saber si el mister del Barcelona desprestigió la competición poniendo a todos los suplentes en Barcelona o si por el contrario, al igual que la pasada temporada, cuenta con los 23 hombres que componen su plantilla, por qué motivo hoy no fué fiel a si mismo y marginó a los teóricos titulares de esta competición.

Volviendo al partido en si, la segunda mitad fué todo un monológo del Barcelona. Si en la primera parte Xavi y Messi pasaron desapercibidos, en la segunda fueron el mago y el conejo de la chistera de Guardiola. Salió el Barça decidido a poner tierra de por medio, triangulando como solo ellos saben hacer, buscando los espacios o más bien, trazándolos sobre el tapete verde del Pizjuán. Pero apareció un protagonista que no estaba invitado a la fiesta; Andrés Palop. El meta sevillista fué un muro casi infranqueable. Las paró de todos los tipos. Por arriba a cabezazo de Ibrahimovic, abajo a tiro a bote pronto de Messi, a media distancia a disparo de Henry.
El Sevilla por su parte, fué empujado hasta su área durante toda la segunda parte y tan sólo una contra prodigiosamente conducida por Navas (el mejor en ataque del conjunto nervionense, en tareas defensivas Dragutinovic y el omnipresente Palop coparon los papeles protagonistas) puso contra las cuerdas a la defensa blaugrana.

Cae eliminado el mejor equipo de la historia del fútbol mundial, como diría el señor del sombrero, Josep María del Niu, a manos de un irregular Sevilla, que todos esperamos que recupere su gran forma de juego con la llegada de los africanos y el nueve de Brasil.
Respira Jimenez. El futuro negro que vislumbraba Guardiola ya ha llegado.
Bienvenidos al fín del imperio azulgrana. ¿¿El péndulo mirará ahora hacia la capital??
M.B

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